Estaba como siempre sentada en aquel pupitre esperando a que aquella campana sonara de nuevo, miraba como las gotas de la lluvia recorrían la ventana, a mi lado estaba Laurent hablando con Kike mientras que la profesora Amanda no dejaba de escribir en aquel enorme pizarrón. Unos minutos más tarde sonó la campana, todos recogieron sus cosas rápidamente y salieron como si hubiera una estampida de elefantes mientras que yo me tome mi tiempo para moverme junto con Laurent, salimos del salón y nos dirigíamos a nuestras habitaciones, al entrar lo primero que hice fue tirarme a la cama y instantáneamente me quede dormida al igual que Laurent. Sentí como alguien me movía delicadamente hasta que logre abrir los ojos.
-¿Que pasa? – pregunte dando un enorme bostezo y dándome la vuelta
-voy a salir, no tardo – dijo desde la puerta
-claro – volví a dar vueltas en la cama hasta que oí el portazo
Intente volver a dormir pero mi esfuerzo era más que inútil, me pare de la cama rápidamente y me dirigí a aquel armario, abrí el ultimo cajón para sacar mi maleta, seguido de eso abrí el primer cajón y minutos después ya tenía la gran parte de mi ropa dentro de mi maleta hasta que por ultimo vi el diario de portada maltratada. Lo tome y deje de guardar la ropa y comencé a leer la última página en la que había escrito...
3 de Diciembre del 2003
Hoy es un día totalmente frío y tenia contadas las horas para el momento en que volvería a ver a Bill, aunque era 4 años mayor que yo era alguien especial para mi... o bueno, eso quería pensar. El no estaba en la mayoría de los momentos especiales o más bien nunca estaba, solo en las veces que eh estado al borde de la depresión. Esta sería mi última tarde con el ya que al día siguiente tenía que viajar a Inglaterra para iniciar mi nueva vida en esos detestables internados.
Estaba en pijama pero aun así no pude evitar bajar a espiar si ya estaba Simone en la cocina, me asome lentamente por las escaleras pero la puerta de la cocina estaba cerrada y regrese casi corriendo a mi habitación para cambiarme, minutos después ya estaba otra vez espiando en las escaleras pero esta vez tome fuerzas para entrar a la cocina y hay estaba mi mamá y Simone. Les di los buenos días a ambas y me dirigí hacia el patio trasero, me recosté boca arriba sobre el pasto, cerré los ojos dejando que los cálidos rayos del sol recorrieran mi rostro hasta que pude sentir que alguien se había puesto delante de mí evitando que pasaran. Abrí los ojos lentamente, mi vista era algo borrosa debido a tanta luz, pude notar como aquella persona se me acercaba lentamente pero gracias a mi estúpida vista no podía ver bien quien era hasta que lo tuve suficientemente cerca y me pude percatar de aquellos ojos color miel, rodeados por un delineado perfecto que hacía que esa mirada se volviera más profunda.
-te extrañare – dijo quitando algunos mechones de mi cara
-yo también – lo mire fijamente
-pero este no será el adiós verdad? – dijo con un poco triste y sin quitar sus manos de mi rostro
-claro que no Billy – sus manos eran tan suaves y su mirada tan profunda
-toma - dijo sacando una enorme pulsera de su chaqueta
-pero es tuya – no la había tomado
-no importa – volvió a acercarla
-p...pero Bill – me aleje un poco más
-yo ya tengo muchas – tomo mis manos y volvió a poner la pulsera dentro de ellas
-gracias, te prometo que nunca me la quitare – dije con una gran sonrisa y quitándome una de mis pulseras menos llamativas –para ti - le dije sonriendo
-no, es tuya – la devolvió
-no importa – dije aun con la sonrisa
-pero es tuya – la devolvió de nuevo
-yo ya tengo muchas – imite el tono de Bill y solté una sonrisa entre dientes
-gracias Amber - dijo poniéndose la pulsera
-vamos a hacer algo ¿va? – dijo tomando de nuevo mi mano
-¿Que cosa? – pregunte con un gesto confuso
-no nos quitaremos las pulseras hasta que... – hizo una pausa y sus mejillas se pusieron rojas como si estuvieran ardiendo
-¿Que cosa? – pregunte con el mismo tono
-hasta que nos volvamos a ver – dijo sonriendo
-claro – y una sonrisa se dibujo en mi cara
-¿Que pasa? – pregunte dando un enorme bostezo y dándome la vuelta
-voy a salir, no tardo – dijo desde la puerta
-claro – volví a dar vueltas en la cama hasta que oí el portazo
Intente volver a dormir pero mi esfuerzo era más que inútil, me pare de la cama rápidamente y me dirigí a aquel armario, abrí el ultimo cajón para sacar mi maleta, seguido de eso abrí el primer cajón y minutos después ya tenía la gran parte de mi ropa dentro de mi maleta hasta que por ultimo vi el diario de portada maltratada. Lo tome y deje de guardar la ropa y comencé a leer la última página en la que había escrito...
3 de Diciembre del 2003
Hoy es un día totalmente frío y tenia contadas las horas para el momento en que volvería a ver a Bill, aunque era 4 años mayor que yo era alguien especial para mi... o bueno, eso quería pensar. El no estaba en la mayoría de los momentos especiales o más bien nunca estaba, solo en las veces que eh estado al borde de la depresión. Esta sería mi última tarde con el ya que al día siguiente tenía que viajar a Inglaterra para iniciar mi nueva vida en esos detestables internados.
Estaba en pijama pero aun así no pude evitar bajar a espiar si ya estaba Simone en la cocina, me asome lentamente por las escaleras pero la puerta de la cocina estaba cerrada y regrese casi corriendo a mi habitación para cambiarme, minutos después ya estaba otra vez espiando en las escaleras pero esta vez tome fuerzas para entrar a la cocina y hay estaba mi mamá y Simone. Les di los buenos días a ambas y me dirigí hacia el patio trasero, me recosté boca arriba sobre el pasto, cerré los ojos dejando que los cálidos rayos del sol recorrieran mi rostro hasta que pude sentir que alguien se había puesto delante de mí evitando que pasaran. Abrí los ojos lentamente, mi vista era algo borrosa debido a tanta luz, pude notar como aquella persona se me acercaba lentamente pero gracias a mi estúpida vista no podía ver bien quien era hasta que lo tuve suficientemente cerca y me pude percatar de aquellos ojos color miel, rodeados por un delineado perfecto que hacía que esa mirada se volviera más profunda.
-te extrañare – dijo quitando algunos mechones de mi cara
-yo también – lo mire fijamente
-pero este no será el adiós verdad? – dijo con un poco triste y sin quitar sus manos de mi rostro
-claro que no Billy – sus manos eran tan suaves y su mirada tan profunda
-toma - dijo sacando una enorme pulsera de su chaqueta
-pero es tuya – no la había tomado
-no importa – volvió a acercarla
-p...pero Bill – me aleje un poco más
-yo ya tengo muchas – tomo mis manos y volvió a poner la pulsera dentro de ellas
-gracias, te prometo que nunca me la quitare – dije con una gran sonrisa y quitándome una de mis pulseras menos llamativas –para ti - le dije sonriendo
-no, es tuya – la devolvió
-no importa – dije aun con la sonrisa
-pero es tuya – la devolvió de nuevo
-yo ya tengo muchas – imite el tono de Bill y solté una sonrisa entre dientes
-gracias Amber - dijo poniéndose la pulsera
-vamos a hacer algo ¿va? – dijo tomando de nuevo mi mano
-¿Que cosa? – pregunte con un gesto confuso
-no nos quitaremos las pulseras hasta que... – hizo una pausa y sus mejillas se pusieron rojas como si estuvieran ardiendo
-¿Que cosa? – pregunte con el mismo tono
-hasta que nos volvamos a ver – dijo sonriendo
-claro – y una sonrisa se dibujo en mi cara
Es cortito! pero espero y les guste:D y si si, porfa comenten!
wowww! me encantó!!!!!! amo tu fic está hermosa!! seguiré leyendo :D
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